viernes, 10 de junio de 2011

Rocío: celebrar con María la venida del Espíritu Santo

La Romería del Rocío se celebrará el 12 junio en la aldea almonteña.

El Rocío es, sin duda, la romería por excelencia. Congrega a una multitud de peregrinos venidos de todos los rincones de España y, ya hoy podemos decir, parte del extranjero. Sin precedentes en la historia de la mariología moderna, es la fiesta principal dedicada a la Virgen del Rocío, patrona de Almonte.

Los momentos centrales de esta romería se inician con el saludo de las hermandades a la Virgen en la noche del sábado. La mañana del domingo, el Real de la aldea rociera, acoge la Solemne Eucaristía Pontifical de Pentecostés, presidida por nuestro obispo, José Vilaplana Blasco, y en la que participan, junto a la Hermandad Matriz de Almonte, las 108 hermandades filiales que renuevan su voto rociero, y innumerables asociaciones rocieras.

La salida de la Virgen del Rocío se produce en la madrugada del lunes de Pentecostés, a la conclusión d el rezo del Santo Rosario que comienza a medianoche, pasando todos los simpecados por delante de la ermita hasta que llega el de la hermandad matriz de Almonte, que entra en la ermita y debe llegar al presbiterio, siendo en ese instante cuando suele producirse el salto de la reja.
La Virgen se encuentra en sus andas en el presbiterio. Por todo esto, nunca puede predecirse con exactitud la hora de salida de la Virgen, que el pasado año se produjo a las 2:50 horas, momento de gran intensidad. A partir de su salida, la Virgen del Rocío recorre las calles de la aldea visitando todas las hermandades que, ante ella, rezan la Salve. Pero esta romería es mucho más que un número de actos y cultos. No se puede entender sin la referencia a los momentos de vivencia personal de la fe, a la fiesta de los que se encuentran y reconcilian con Dios y el hermano.

El nombre de Rocío se inspira en la liturgia de la Misa de Pentecostés, que en la oración de post-comunión compara la acción del Espíritu Santo con la fecundidad del rocío: “Cambia, Señor, nuestros corazones con la efusión de tu Espíritu y fecúndalos con la íntima aspersión de su rocío”. Por eso, además, en los vivas a la Virgen se incluye el “¡Esa Blanca Paloma!”, aludiendo a la representación colúmbea del Espíritu Santo que preside las andas en que procesiona. Antiguamente la Virgen tomaba su nombre del paraje en el que se localiza la ermita, llamándose Virgen de las Rocinas.

http://revistaecclesia.com

VIVA LA VIRGEN DEL ROCIO. VIVA LA BLANCA PALOMA. VIVA LA REYNA DE LAS MARISMAS. VIVA EL PASTORCITO DIVINO. VIVA LA PATRONA DE ALMONTE. VIVA LA FE ROCIERA. VIVAN TODAS LAS HERMANDADES Y ASOCIACIONES. VIVAN SUS PEREGRINOS Y QUE VIVA LA MADRE DE DIOS.

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