Se trata de una réplica exacta y a tamaño natural de la Virgen del Rocío de Almonte y es obra de Juan Manuel Parra.
El encargo fue realizado por el Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Albacete, Manuel Felipe López, quien enamorado de la obra imaginera de Parra no dudó en confiarle tal encargo.
La Virgen del Rocío que desde ya puede ser venerada en Albacete se encuentra en nuestra capital y está albergada en la Iglesia de la Purísima, donde muchos albaceteños podrán dejar constancia del fervor que la icónica imagen marismeña despierta en ellos.
El proceso de creación de la imagen ha sido largo y laborioso ya que se partió de un sinfín de imágenes fotográficas en alta definición hasta dotarse el escultor de un gran conocimiento de la obra desde todos los ángulos, logrando así Juan Manuel Parra prácticamente calcar cada perímetro y textura de la policromada imagen almonteña del siglo XIII.
La imagen de la Virgen del Rocío que se podrá venerar en Albacete está tallada en madera de cedro y una de los escollos más duros de superar fue emular las huellas que el paso del tiempo ha ido dejando en la patrona de Almonte.
La pieza escultórica albaceteña se ha visto enriquecida con el sensacional hacer de Fernado Calderón, José Manuel Bernet, Juan Manuel Vázquez y José Manuel Rodríguez. Calderón ha sido el encargado de realizar el ajuar y el tapizado de la imagen, Bernet es quien firma la orfebrería y Vázquez y Rodríguez han sido los encargados de realizar la peana y las andas.
Según indican sus creadores, es una réplica exacta de la original y es muy difícil poder diferenciar la que se venera en Almonte de la que desde ya, se puede venerar en Albacete.
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